MALAGA (Spain) - Yannick Nzosa odia incluso escuchar las estadísticas. Los números que está produciendo en la Basketball Champions League lo agravan. El ala-pívot de 18 años sabe que debe hacer más para ayudar al Unicaja Málaga y busca desesperadamente la versión de sí mismo del año pasado.

Nzosa llegó a la temporada como uno de los favoritos para el premio al Mejor Jugador Joven de la BCL después de una excelente temporada de debut con el equipo profesional de Unicaja en 2020-21. Pero el nativo de la República Democrática del Congo difícilmente puede ser considerado en la discusión del premio por lo que ha hecho en la BCL hasta el momento.

"Creo que lo estoy haciendo muy mal. Solo escuchar las estadísticas es malo", reaccionó Nzosa cuando se le preguntó sobre promediar 1.7 puntos y 1.5 rebotes en seis partidos en la temporada regular. "No puedes cambiar la realidad. No creo que haya estado jugando bien. Esa es la verdad. Tengo que ser más agresivo. Tengo que ayudar más a mi equipo".

 
La decepción de Nzosa no debería ser una sorpresa considerando lo que logró la temporada pasada. Promedió 4,3 puntos, 2,9 rebotes y 1,0 tapones en 23 partidos en la ACB española, así como 4,4 puntos y 2,3 rebotes en 16 partidos de la Eurocup, incluidos partidos con 13 puntos frente al Nanterre 92 y 16 puntos frente al AS Monaco. Y recién cumplió 17 años a mediados de noviembre de 2020.

Anotó 10 puntos en sus dos primeros partidos de la temporada 2020-21 ante el MoraBanc Andorra y el BAXI Manresa. Con eso se unió a Ricky Rubio y Luka Doncic como el único joven de 16 años en la historia de la liga española en anotar al menos 10 puntos en un partido.

En su tercer partido, realizó 4 tapones ante el Valencia para convertirse en el jugador más joven en la historia de la ACB con al menos 4 tapones en un partido, superando la marca anterior de Kristaps Porzingis.

"Estar entre esos grandes, grandes jugadores me empuja a trabajar aún más. No estoy a ese nivel. No puedo compararme con esos grandes jugadores", dijo. "Fue genial ver que estoy en el camino correcto. Y si trabajo mucho, ¿por qué no algún día jugar al nivel en el que están jugando esos grandes jugadores ahora?".

Nzosa's early performance in Spain was on par with greats like Luka Doncic and Kristaps Porzingis

 
Nzosa se perdería los últimos dos meses de la temporada debido a una lesión en los aductores, pero había hecho lo suficiente para ser incluido en el Equipo de Jugadores Jóvenes de la ACB 2021.

"Estaba tan triste", dijo sobre la lesión que le impidió terminar la temporada con el equipo. "En ese momento estaba jugando muy bien. Estaba como en llamas. Le estaba yendo bien al equipo. Después de la lesión me sentía muy mal. Quedarme afuera y no ayudar a mi equipo fue un momento difícil".

La lesión también le costó a Nzosa la oportunidad de mejorar su juego en el verano en los Estados Unidos.

"Tenía un plan para estar en los Estados Unidos y trabajar, pero no funcionó. Fui allí pero solo hice rehabilitación: masajes y fisioterapia durante un mes. Luego volví a España", dijo.

Nzosa dice que ha recuperado la salud por completo esta temporada, pero cree que lo que podría faltar es la facilidad con la que juega. La sensación de despreocupación que tuvo cuando descubrió el juego por primera vez, o mejor dicho, cuando el juego lo descubrió a él.

Dejar el hogar con 13 años

Nzosa nació en la República Democrática del Congo y creció jugando al fútbol en las calles de la capital del país, Kinshasa, con sus amigos.

"Recuerdo que fue un momento loco", dijo Nzosa mirando a su comienzo con el baloncesto. "Sin duda, son buenos recuerdos. La gente que creció en África solo jugaba al fútbol, ​​como en todas partes del mundo. Todos los niños cuando tienen 5 o 6 años juegan al fútbol. Fue un buen recuerdo. En ese momento yo ya era alto ."

Un día, cuando Nzosa tenía 13 años, fue descubierto por Joe Lolonga, quien tenía un equipo de baloncesto en la ciudad que formaba parte de su organización sin fines de lucro llamada Nueva Generación.

"Es como mi padre", dijo Nzosa sobre Lolonga, quien sigue muy conectado con él y que trabaja como su asesor.

Fue Lolonga quien fue a la casa de Nzosa y le dijo a su madre que Yannick tenía la oportunidad de ser un jugador de baloncesto exitoso si recibía el entrenamiento adecuado. Y lo mejor sería que Yannick se fuera a Italia.

"Joe se fue a casa conmigo y habló con mi madre y dijo que tenía que hacer esto. Mi madre acaba de decir que esta es tu vida. Si tienes la suerte de hacerlo, tienes que irte. No te preocupes. Tal vez lo hagamos. Hablaremos por teléfono y ver cómo te va. Después de eso, dije: está bien, vamos".

Aún antes de cumplir 14 años, Nzosa consiguió un lugar en la famosa academia Stellazzurra Roma en la capital italiana. Dejaba atrás a su madre y cinco hermanos, siendo él el cuarto nacido.

"Cuando estaba en Italia, el primer mes estaba muy triste. El baloncesto era bueno y cuando estaba en la cancha practicando con mis amigos era bueno. Cuando me acostaba, comenzaba a pensar en mi familia. Yo estaba triste", recordó. "En Stella en ese momento tenían algunos jugadores africanos y muchachos de todas partes: Asia, América. Y con todos esos jugadores comenzamos a construir una gran relación dentro y fuera de la cancha. Después de unos dos meses estaba bien, incluso cuando me fui a la cama. Estaba feliz. Creamos una familia allí".

Como muchos jugadores de baloncesto africanos antes que él, Nzosa jugó como portero en el fútbol antes de elegir la cancha. Y la libertad de correr en el baloncesto fue refrescante para el joven Yannick.

"Cuando comencé con el equipo en el Congo, no conocía el baloncesto. En el fútbol, yo era el portero, pero era rápido. En la práctica de baloncesto, cuando comenzamos a correr, me alegraba porque me gusta correr. Era tan malo en el baloncesto", dice con una sonrisa.

Nzosa elogió el trabajo que hizo Stellazzurra, enseñándole el juego de baloncesto.

"Stellazzurra hizo un gran, gran trabajo conmigo. Trabajamos mucho y poco a poco comencé a entender qué hacer. Después de un tiempo, comencé a hacer algunas cosas buenas. Empecé a pensar que podía saltar a un alto nivel".

Brillando en el ANGT

Stellazzurra tenía una sólida reputación en el desarrollo de jugadores jóvenes, también al jugar muchos torneos para que los jóvenes pudieran ver los niveles de otros jugadores para juzgar cuál era su posición.

Uno de los mejores torneos juveniles de Europa es el ANGT. Y Nzosa probó por primera vez esa competición en la 2017-18, sumando 2 puntos, 4 rebotes, 1 robo y 3 tapones en 5 partidos.

Pero fue su debut en ANGT Kaunas en febrero de 2019 lo que realmente puso su nombre en los radares de los scouting de promesas.

 
Con 16 años recién cumplidos unos tres meses antes y habiendo debutado ya en la ACB, Nzosa volaba por la pista de Kaunas. Promedió 13,3 puntos, 5,8 rebotes, 2,3 robos y 2,5 tapones. Su mejor partido fue 19 puntos y 11 rebotes contra DBA Copenhague y también acumuló 15 puntos, 6 rebotes y 5 tapones contra Rytas Vilnius.

Además de su figura larga y esbelta que prometía un excelente cuerpo de jugador cuando madurara físicamente, otro rasgo que atraía a los observadores era su energía.

"Para mí es natural jugar con energía, estar alrededor del balón, competir, luchar por cada balón. Eso es algo natural para mí. Una de mis características como jugador es jugar con energía", dijo Nzosa.

Todo el positivismo y progreso de Nzosa se frenó en la temporada 2019-20. Al principio de la campaña, dijo que la relación entre Lolonga y Stellazzurra se agrió y que quería salir del equipo.

Nzosa y Lolonga habían estado en Málaga este verano de vacaciones cuando la selección de DC Congo disputaba un torneo de exhibición contra España y Filipinas. Nzosa dijo que durante el viaje el Unicaja había manifestado su interés por ficharle, pero volvió a Italia.

Inquieto por el Stellazzurra, Nzosa decidió fichar por el Unicaja, movimiento que fue impugnado por el club italiano y tuvo que pasar a un órgano judicial de la FIBA, que finalmente permitió que el talento se trasladara al Unicaja. Pero el fallo no llegó hasta finales de marzo de 2020.

 
Esa temporada no pudo jugar en el Unicaja salvo en la ANGT Valencia, donde dominó con 15,0 puntos, 9,5 rebotes, 1,8 robos y 3,8 tapones y se ganó un puesto en el Quinteto Ideal del torneo.

"Fue un mal, mal, mal momento para mí", admitió. "Yo estaba en el medio y estaba tratando de entender lo que estaba pasando".

Con la disputa del contrato detrás de él y finalmente liberado para jugar, la temporada 2020-21 fue excelente para Nzosa.

A principios de la temporada 2021-22, Nzosa también pudo asegurar su futuro al firmar una extensión con Unicaja hasta 2025-26. También se espera que sea seleccionado en el Draft de la NBA de 2022, posiblemente incluso en la Lotería.

 
A pesar de todos esos aspectos positivos, las cosas simplemente no han funcionado para él esta temporada. Mirando hacia atrás, Nzosa cree que puede haberse presionado demasiado para producir, especialmente después de la fuerte temporada profesional de novato en España y la Eurocup y la comidilla del Draft de la NBA.

"En algunos partidos estuve bien, pero estaba un poco presionado, pensando que debería anotar, pensando que tenía que intentar hacer las cosas que había preparado. Algunas veces me confundí en los partidos", dijo sacudiendo la cabeza. "Cuando comencé la temporada, pensé: este año quiero ir a la NBA y comencé a pensar en otras cosas, las estadísticas, por ejemplo".

Dijo que Unicaja realmente está haciendo todo lo posible para ayudarlo a salir de su recesión.

"Después de los partidos hablo con el asistente del entrenador y el psicólogo, y están tratando de ayudarme. Entiendo que es mi segundo año como profesional y cuando comenzamos esta temporada no sabía cómo reaccionar cuando juegas tan mal en tantos partidos. No creo que estuviera listo para eso. No puedes ser muy bueno en cada choque. Tratan de mantenerme relajado y me dicen que solo haga las cosas que sé que puedo hacer".

Nzosa podría estar doblando la curva. En sus dos últimas participaciones en la liga española sumó 10 puntos en 15:30 minutos ante el Casademont Zaragoza y luego anotó 8 puntos, 4 rebotes y 1 robo en 21:05 minutos ante el Valencia Basket. Lanzó 7 de 12 desde el campo y 4 de 4 desde la línea de tiros libres.

Hasta esos dos partidos, su total de puntos más alto fue de 6 puntos en dos ocasiones, pero también se fue sin anotar en cuatro de sus 14 enceuntros anteriores.

“Los dos primeros partidos que jugamos estaba mejor”, dijo Nzosa, que también sumó 2 puntos, 2 rebotes y 1 robo en 15 minutos en el primer partido de octavos de final del Unicaja. "Traté de concentrarme en los detalles. Tenemos muchos jugadores talentosos en el equipo, y me dije a mí mismo que solo voy a hacer las cosas que sé. Ahora entiendo más que esa es la forma de estar allí y de mejorar."

Y eventualmente estar feliz de escuchar las estadísticas que está produciendo.