OOSTENDE (Belgium) - La presión de ser considerado un talento de alto nivel no siempre es fácil de manejar. Imagínese agregar a esas altas expectativas un movimiento hacia una nueva cultura y un mayor nivel de competencia, y eso hace que toda la situación sea mucho más retadora. Afortunadamente, Amar Sylla tiene todo eso detrás de él, y no es de extrañar que se sienta más cómodo en esta su segunda temporada con Filou Oostende.

Con solo mirar a Sylla correr por la cancha, es difícil que pase desapercibida su longitud y atletismo. Y al igual que cualquier joven de 19 años, Sylla tiene fortalezas y debilidades en su juego. Pero una cosa diferente a muchos de los mejores jóvenes de Europa es que Sylla llegó tarde al baloncesto.

Nacido en Dakar en Senegal, Sylla creció jugando al fútbol y no se dedicó al baloncesto hasta los 15 años. Admite que en realidad era bastante bueno pateando el balón y cuando se le preguntó qué haría si no fuera jugador de baloncesto, Sylla dijo: "Seguro que jugaría fútbol".

Sylla apenas había empezado a jugar baloncesto cuando su vida dio un giro importante. Solo había pasado unos meses en la conocida Academia SEED en Thies, Senegal, cuando los gigantes de la ACB, el Real Madrid, lo llamaron y lo llevaron al centro de España, aunque Sylla estaba más emocionado de unirse al club debido a su popularidad futbolística.

"Me encantaba el Real Madrid, pero el equipo de fútbol. Todavía no sabía mucho de baloncesto", dijo. "Jugué al fútbol. Todo el mundo juega al fútbol en Senegal, y yo era uno de los miles que amaba y soñaba con ser jugador de fútbol. Paré cuando vine a España".

En las canchas de BCL de Europa, Sylla está mostrando algo de la promesa que el Real vio en 2015. Tras dos partidos con Oostende, está promediando 3.3 puntos y 5.0 rebotes. También acumuló 10 puntos y 7 rebotes en el único partido en la máxima categoría belga hasta el momento.

Cuando se le preguntó qué papel quiere desempeñar para Ostende, Sylla solo ofrece: "Todo lo que quiero hacer es ayudar al equipo a ganar partidos".

No sólo baloncesto

Sylla puede hacerlo mejor esta temporada porque su mente está más tranquila que hace un año. Muchos de esos mismos sentimientos de 2015 de mudarse de Senegal a España regresaron el verano pasado cuando dejó su hogar en España para dirigirse a lo desconocido en Bélgica.

"Fue difícil al principio", dijo Sylla sobre su traslado al oeste de Bélgica. "Estar en la residencia del Real Madrid en Valdebebas fue un lujo, donde tienes todo hecho por ti: comida, limpieza, alojamiento, etc. No tienes que preocuparte de nada más que de entrenar y jugar. Era como mi casa como mi familia. "

Y Sylla hizo un buen trabajo en la cancha. Tuvo un gran éxito en las categorías inferiores del Real Madrid, ayudando al Real a conseguir una corona española juvenil y ganando el título del Adidas Next Generation Tournament 2019.

Sin embargo, liderar los equipos juveniles del Real es muy diferente a conseguir un papel en el equipo absoluto del club y nunca ganó una aparición con Los Blancos. Esa falta de juego a nivel profesional llevó a Sylla a mudarse a Bélgica.

"Busqué una liga en la que tuviera la posibilidad de ganar tiempo de juego a pesar de mi edad y un entrenador que me empujara cada día a mejorar", dijo.

"Para un jugador joven es muy difícil dejar el Real Madrid, y también dejar la ACB, que es la máxima liga de Europa. Pero entendí que lo mejor para mí era buscar más tiempo de juego en una liga de un nivel ligeramente inferior, pero en un club muy profesional con un entrenador bien establecido y con mucha experiencia y la oportunidad de jugar en dos competiciones ".

Feliz con su desarrollo

Sylla terminó promediando 6.5 puntos, 4.9 rebotes y 1.2 tapones en 20.7 minutos en 17 partidos de BCL la temporada pasada. También acumuló 7.7 puntos y 6.3 rebotes en la liga belga en 2019-20. Dos de sus mejores partidos en 2019-20 llegaron en la BCL cuando anotó 16 puntos, 13 rebotes y 2 tapones ante BAXI Manresa y 20 puntos, 7 rebotes y 1 tapón ante Turk Telekom Ankara. También tuvo 12 puntos y 18 rebotes contra Aalstar en el último partido de la liga belga de Oostende antes del parón.

"Estaba jugando bien, haciendo las cosas bien, aunque lo intento todos los días. Si algo aprendí en el Real Madrid es que el equipo está por encima de lo individual y eso también pienso en mi estancia en Oostende", dijo Sylla.

"Fue una temporada difícil para mí personalmente porque tuve que adaptarme a un nuevo país, un nuevo club y sobre todo, ser responsable de mí mismo tanto dentro como fuera de la cancha", dijo. "En general, creo que lo hice bien a pesar de que la pandemia de Covid-19 se produjo cuando estaba en mi mejor momento".

Se quedó en Bélgica durante el parón

La pandemia de Covid-19 llevó a la cancelación del resto de la liga belga. Oostende se coronó campeón con un récord de 13-4 en la liga en ese momento. Fue la novena corona consecutiva de la liga belga del club. Sylla terminó pasando el encierro en Bélgica e intentó mejorar su juego.

"Estaba trabajando con los programas que nos había enviado el club", dijo.

Una faceta que Sylla aún necesita mejorar es su tiro exterior. Tuvo problemas desde larga distancia la temporada pasada, acertando solo 8 de 82 triples para el 21.9 por ciento en la liga belga y BCL combinadas.

"Todos los días me quedo después de cada entrenamiento para practicar mi tiro. El entrenador ha trabajado mucho para mejorar mi técnica, y creo que estoy en el camino correcto", dijo Sylla, que aún no ha intentado un triple en la BCL o en Bélgica esta temporada.

Decepción con Senegal, no impresionado por América

El verano de Sylla en 2020 fue dramáticamente diferente al que tuvo un año antes en una experiencia que le abrió los ojos de varias maneras.

Formó parte de un equipo de Senegal que estaba cargado de talento y competía en la Copa del Mundo de Baloncesto FIBA ​​U19 2019 en Grecia. Al final, Senegal solo logró una victoria sobre China por el puesto 15 entre 16 equipos, aunque el equipo tuvo la oportunidad de enfrentarse a naciones poderosas como Estados Unidos, Canadá, Lituania y Grecia.

"El nivel del torneo fue muy alto, y aunque nuestros resultados no fueron buenos, de todas formas fue una buena experiencia", dijo Sylla, quien promedió 12.6 puntos, 8.7 rebotes, 1.3 asistencias, 1.3 robos y 1.1 tapones en la primera aparición del país en una Copa del Mundo U19 desde 2013. "Nuestro equipo solo pudo entrenar dos semanas antes del torneo y nunca habíamos jugado juntos. Probablemente hubiéramos podido ganar algunos partidos más con más tiempo de preparación y jugadores más experimentados".

Sylla y Senegal tuvieron la oportunidad de enfrentarse a Estados Unidos en la fase de grupos, donde perdieron 87-58.

"La verdad es que no los conocía y no me impresionaron. Ellos eran buenos, pero nosotros también. Su calidad técnica estaba por encima del promedio, pero estábamos al mismo nivel en cuanto a habilidad atlética", dijo Sylla, quien recogió 10 puntos y 11 rebotes en la derrota.

El tiempo en Grecia fue una gran señal de que Sylla todavía tiene mucho trabajo por hacer.

"Cada día y cada entrenamiento trato de mejorar. Empecé a jugar baloncesto de forma profesional y organizada muy tarde, así que no puedo permitirme el lujo de no trabajar todos los días. Esos torneos internacionales me ayudan a saber todo lo que todavía necesito saber lo que hacer ", dijo.

Veteranos y noveles en Oostende

Además de unirse a un club ganador, Sylla también encontró en Ostende una organización que está dispuesta a trabajar con jugadores jóvenes y darles tiempo en la cancha. La temporada pasada, el base holandés Keye Van Der Vuurst De Vries estaba jugando su segunda campaña con el club profesional de Oostende y solo cumple 19 años a finales de diciembre. Sylla dijo que realmente valora el trabajo que hace el entrenador Gjergja con los jugadores jóvenes.

"Seguro que es un entrenador duro, pero se preocupa por nosotros tanto dentro como fuera de la cancha de baloncesto. He aprendido mucho con él, aunque a veces es difícil por la presión que nos pone para mejorar. Es un perfeccionista", dijo Sylla.

Pero la plantilla de Oostende no solo incluye jóvenes talentos. También cuenta con Dusan Djordjevic, de 37 años, y Jean-Marc Mwema, de 30 años.

"Aprendo a vivir en un vestuario: las reglas de un equipo fuera de la cancha. Y, por supuesto, aprendo de su experiencia en la cancha", dijo Sylla.

Una cara familiar en la temporada dos

Uno de los principales compañeros de carrera de Sylla en los equipos juveniles del Real Madrid, incluido el equipo ganador del título ANGT en mayo de 2019 en Vitoria-Gasteiz, fue Mario Nakic. Los dos jugaron juntos durante dos temporadas completas en el ANGT. Nakic fichó por el Real Madrid en 2015 y el ala-pívot senegalés estaba muy emocionado con la noticia de que Nakic se uniría al Oostende cedido por el Real Madrid para la temporada 2020-21.

"Además de ser amigos y de haber compartido muchas buenas experiencias cuando jugamos en el Real Madrid, creo que Mario es un muy buen jugador, y me gusta entrenar y jugar con él", dijo Sylla sobre volver a ver a Nakic de forma regular.

Pero Sylla y Nakic no están en Oostende solo para desarrollarse. También quieren ganar. El primer partido del equipo como nueva unidad fue en el último encuentro de octavos de final de la campaña BCL 2019-20, que Oostende perdió 62-54 ante Iberostar Tenerife para perderse la Final a Ocho.

"Nos confirmó que tenemos que seguir trabajando en equipo para adaptarnos a los nuevos jugadores y con los nuevos sistemas puestos en marcha por el entrenador", dijo Sylla sobre el partido en el que sufrió ofensivamente con 0 puntos sobre 6 tiros fallidos, pero tuvo 4 rebotes y 3 tapones. "Para mí, personalmente, me recordó la importancia de ser muy constante y consistente al trabajar en mi rodaje".

Y cuando se le preguntó sobre los objetivos del equipo para esta temporada, Sylla dijo: "Tenemos un equipo competitivo y los objetivos deben ser ganar la liga belga y clasificarnos de nuestro grupo BCL. A partir de ahí, todo lo que venga será un premio adicional".

Eso viene de un joven Amar Sylla que tiene una mente mucho más clara después de pasar por una temporada de cambios y ajustes.